martes, 21 de septiembre de 2010

VEIL POI: Fuerza y energía al servicio del arte.






Tras varios años de formación en danza oriental en la que en cada espectáculo representaba coreografías grupales con mis compañeras, firmadas por mi profesora Núria Roca, tuve la necesidad de experimentar con los conocimientos adquiridos a lo largo de mi vida, en distintas disciplinas, fusionándolos y mostrando aspectos diferentes a los que daba forma.

De ahí empezó una etapa de desarrollo e investigación personal para presentar al público proyectos novedosos a la par que se tornaban retos personales.

Así nació mi versión bailada del Tango de Roxanne, una idea que surgió tras escuchar la banda sonora de la película Moulin Rouge; una mezcla de danza clásica (el ballet ha formado parte de mi vida desde los años 4 de edad) y danza del vientre, dando como resultado una coreografía con mucho sentimiento, que me hizo crecer tanto como bailarina como coreógrafa.

Tras la superación personal de este reto, quise experimentar con un estilo aparentemente distinto: el tribal gótico con velo, una disciplina que de por sí ya me fascina combinada con el elemento de la danza oriental con el que me siento más cómoda: el velo. Fuerza y energía al servicio del arte. Toda una experiencia acompañada con música de J.S. Bach.

Así que después de los buenos resultados obtenidos con estas dos experiencias se me presentaba un nuevo curso para experimentar, investigar y desarrollar algo diferente. De nuevo volvía a mi laboratorio artístico.

Gracias a la red tuve la suerte de descubrir una novedosa y alternativa forma de hacer fluir los velos: el Veil Poi o Voi. En los últimos años han surgido una serie de elementos que tratan de conferir a la danza del vientre un toque más espectacular. Como ocurre con los accesorios modernos, la mayoría de estos elementos innovadores nos llegan de la mano de artistas americanos y algunos de ellos se han popularizado extraordinariamente, como es el caso de los abanicos de seda, elemento de origen asiático usado mucho en el estilo tribal fusión y fusión cabaret, en el que se añade al abanico 1,5 metros de seda en diferentes colores para crear bonitos efectos mientras se baila. O el caso del Veil Poi o Voi, elemento que nos ocupa en este escrito.

Esta palabra proviene de la mezcla de "Veil" (velo en inglés) y "Poi" (carioca). La carioca es un instrumento de origen Maorí consistente en la colocación de una bola al final de una cuerda que, originariamente, se utilizaba en los bailes polinesios para bailar con fuego. Parece ser que era una práctica desarrollada principalmente por las mujeres, aunque se dice que en origen fue utilizado por los hombres para mejorar la flexibilidad de las muñecas para el uso de las armas.

La idea del Voi es crear el mismo efecto que el Poi substituyendo el fuego por un velo de seda estrecho.

Éste fue creado en 2006 por Dana Beaufait tras un taller de Poi con el que practicó con fuego. En vistas de la imposibilidad de llevar a cabo todo lo que ella quería con el fuego, el cual limitaba substancialmente sus movimientos en algunos aspectos del baile, empezó a investigar alternativas para poderse expresar con mayor libertad y buscar así un substituto al fuego cuyo efecto sorprendiera de una manera similar. De ahí surgió la conexión entre el flujo del Velo y el del Poi.

De una manera parecida a la de su creadora, tras descubrir las posibilidades que ofrecía este nuevo elemento, tuve la necesidad de asistir a un taller de Poi para aprender los movimientos básicos de las cariocas. La práctica del Poi ha crecido más allá de sus orígenes Maorís y su arte se disfruta ya en todo el mundo.

En las prácticas de iniciados es costumbre, en un principio, emplear un Poi casero construido, generalmente, con materiales blandos tales como calcetines largos en los que se les rellena con un puñado de arroz a fin de disminuir el efecto del impacto que irremediablemente acaba llegando.Tras mi primer contacto con este arte en el que me enseñaron los movimientos base, pude desarrollar, después de un gran esfuerzo personal y horas de práctica, una coreografía simple, con el permiso de mis deltoides, aunque vistosa, en la que combinaba el colorido de dos velos acompañados de la alegre banda sonora de la película Amelie.

Uno de los problemas con los que te puedes encontrar en esta disciplina es la poca concurrencia de estos elementos en el mercado. Existen algunas páginas en internet donde los vendes pero te limitan a un modelo concreto y los precios son un tanto elevados.

En mi caso tuve la suerte de contar con la ayuda de Laura Meca, la cual a parte de suministrarnos los trajes de danza del vientre, importados directamente de la tierra de los faraones, me construyó dos Veil Pois prácticos y muy vistosos que hicieron las delicias en nuestro último espectáculo.

Añadía, así, otra coreografía al amplio repertorio de nuestra compañía Samia.

Lo fascinante de este elemento es que tiene su propio estilo, con un efecto espectacular que a través del movimiento del cuerpo crea la mágia necesaria para expresarse a través del baile.

Con un Voi puedes crear una coreografía simple y elegante. Con dos, la fuerza y la energía del baile se multiplican por el flujo de sus giros.

Es un elemento relativamente joven que sigue creciendo gracias a las aportaciones que constantemente hacen las imaginaciones creadoras.

Ruth Carralero Díaz
Compañía de danza Samia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario